Aparentemente es posible que encontremos que aquí existe una parajoda y así es, sin embargo ese es el desafío que todo gerente debe enfentar si quiere convertirse en un buen coach de sus empleados.
Partamos hablando de la paradoja, ya que tradicionalmente el gerente es quien le paga el sueldo a sus empleados, los evalúa, los promueve o despedide…por otro lado, como coach exije del desarrollo de habilidades como empatía, confianza y un genuino deseo de apoyar, de manera que las personas puedan dar lo mejor de sí mismas, aparentemente podrían entrar en conflicto estas dos visiones, y así lo harán si el gerente cree que la única manera de motivar es a través del dinero, el castigo y la autoridad.
Por otro lado, si esta es la manera en que tradicionalmente se ha tratado a los empleados estos verán con desconfianza una iniciativa como el coaching que parte desde la base de la confianza, por eso a continuación recomendamos los siguientes pasos:
- Hágase cargo del pasado, no pretenda que no existe, hable de él, y de porque se ha elegido este nuevo enfoque.
- Modele, modele y modele; la mejor manera de generar confianza es practicar lo que decimos, esta es la regla por excelencia.
- Recuerde que es humano, creer que no va a volver al mismo enfoque del pasado seria como pensar que las personas cambian sólo con decirlo, y sabemos que no es así, por eso téngase paciencia y no se desmotive.
- Pida Feedback, los cambios son más fáciles de llevar si tenemos a alguien que nos pueda entregar retroalimentación acerca de los cambios de en nuestra conducta.
- Asígnele un espacio al coaching, defina un porcentaje de su tiempo, con agenda en mano, para tener conversaciones de coaching con sus empleados.