Aunque el coaching corporativo o ejecutivo es bastante habitual; existen aún muchas dudas acerca de cómo se lleva esa relación: ¿qué hace el coach? ¿qué puede esperar el cliente – coachee o la empresa que contrata al coach? Por eso subiré una serie de artículos que nos permitirán ir clarificando en qué consiste este tipo de coaching y qué se puede esperar.
Iniciaremos con algunas ideas extraídas del libro Coaching Ejecutivo con Columna Vertebral y Corazón.
La esencia del coaching ejecutivo es ayudar a los líderes, que normalmente enfrentan un dilema o se sienten frustrados, o tienen diversos retos; de modo que puedan transformar sus conocimientos y competencias en resultados para la organización.
Los coaches tienen la curiosidad natural de un periodista o un antropólogo respecto a la situación de trabajo del cliente. Además, los coaches, normalmente:
- Comparten los marcos conceptuales, imágenes y metáforas con los ejecutivos.
- Fomentan el rigor y apoyan a los clientes a organizar su pensamiento, visión, planificación, y expectativas.
- Desafían a los ejecutivos para ampliar su margen de aprendizaje y de ir más allá de su nivel actual de competencia.
- Generan capacidades en los clientes para gestionar su propia ansiedad ante situaciones difíciles.
El trabajo del coaching ejecutivo se divide en tres grandes áreas:
- Comunicar el territorio, es decir, el propósito, la visión y las metas de la organización de los principales grupos, así como esbozar las oportunidades y desafíos.
- El compromiso de construcción, la construcción de relaciones, y facilitar la interacción que tiene el ejecutivo, como resultado de un rendimiento excelente de trabajo en equipo.
- Producir resultados y los resultados a través de los esfuerzos directos de los demás, así como los propios esfuerzos del ejecutivo.